Olivar superintensivo, de alta densidad o en seto.

Las plantaciones de olivar superintensivo, de alta densidad o en seto comienzan a principios de los 90 en Cataluña. Desde entonces se han plantado millones de olivos en este marco de plantación en todo el mundo. Sin duda podemos afirmar que ha sido un perfecto ejemplo de modernización de un sector secular.

¿Qué es Olivar Superintensivo?

El olivar superintensivo es un sistema de cultivo que busca optimizar el rendimiento de cosecha, la disminución de recursos humanos mediante la mecanización, y el uso racional del agua y nutrientes. La característica más destacada de este sistema es la alta densidad de planta por ha, unas 1.800 plantas de media. Esto contrasta notablemente con las densidades del olivar tradicional, que no superan los 400 olivos por ha en regadio. En secano la densidad del olivar no supera los 100 árboles por ha. Por lo tanto en una plantación en seto o superintensiva se incrementa notablemente el número de plantas por ha.

Marcos de plantación.

Las plantaciones se realizan en filas de olivos perfectamente alineados, preferiblemente con orientación norte-sur para mejor aprovechamiento de la luz solar. Para plantaciones en regadío, las filas se separan entre sí de 3,5 a 4m y los árboles en las filas entre 1,35 y 1,5m.

Se está promocionando el olivar superintensivo en secano pero con precipitaciones de 600-700mm/año. En este caso la separación de las filas se puede establecer entre 6 y 8m.

Variedades susceptibles para el olivar superintensivo.

No todas las variedades de olivo son susceptibles de utilización en modo superintensivo. De hecho, la mayor parte de las variedades no rinden bien en esta modalidad de olivar.

En términos generales y dadas las características de este tipo de cultivo, se busca emplear variedades de vigor medio o bajo, de porte abierto (ramificación lateral), deseablemente con un bajo crecimiento vegetativo, de rápida entrada en producción y de alta productividad.

En esa línea, las variedades que han demostrado ser más adecuadas para olivar superintensivo son Arbequina, Arbosana y Koroneiki.

Ventajas del sistema.

Podemos distinguir dos grandes grupos de ventajas derivados de este sistema de olivar en seto: ventajas agronómicas y mecanización de las labores.

Ventajas agronómicas del sistema superintensivo.

La principal ventaja de este sistema es la precocidad en la entrada en producción y la alta productividad por ha. En la actualidad se está obteniendo muy buenas cosechas desde el segundo año de plantación. Para ello hay que elegir muy bien el momento de plantación y la calidad de la planta.
Otra ventaja deriva del hecho de que la recolección es mecánica, es decir toda la aceituna cosechada es del árbol por lo que la calidad del aceite es 100% virgen extra.
Otra ventaja del olivar superintensivo es que se adelanta el momento de cosechar. De esta manera mejora la calidad del aceite obtenido a la vez que el olivo se descarga antes, esto reduce la alternancia o vecería de las producciones.

Mecanización de las labores.

Plantación.

Debido a la alta densidad de plantación de olivos es necesaria una gran precisión en las labores de plantación, esta precisión se consigue con plantadoras guiadas con GPS. La plantación puede ser integral, es decir, la plantadora coloca la planta de olivo con el protector y el tutor sobre el terreno, o parcial si la plantadora solo coloca el olivo.

Cosecha.

Sin duda la mayor ventaja del olivar superintensivo. La disposición en filas compactas permite el uso de cosechadoras cabalgantes. Las primeras cosechadoras eran vendimiadoras que se fueron adaptando al cultivo del olivo. Actualmente las máquinas recolectoras son desarrolladas especificamente para olivar, se consigue así minimizar daños en el árbol y obtener una aceituna muy limpia de hojas y ramas.

Poda.

También hay que reseñar la mecanización de la poda. La poda de las ramas apicales y las ramas más péndulas ya es un hecho muy generalizado. De la misma manera se usan máquinas trituradoras de ramas de la poda que la dejan entre las filas para ir incorporando materia orgánica al suelo.